lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 4. (Parte 2)

*Narra Niall
Joder, yo necesitaba ir, necesitaba abrazar a la pequeña Cassie, protegerla, no quiero que sus ojos castaños tengan lágrimas, no quiero más cicatrices en sus brazos. Ella se merece más que toda esa mierda que la provocan.
-Eeeh...Tío, ¿pasa algo?- Preguntó Zayn bastante preocupado.
-Em...no...nada, tranquilo.-Nada, ojala no pasase nada.
-¿Pasa algo con Cassie?- Sabía que sí pero lo negué con un pequeño movimiento de cabeza. No se le veía muy convencido, pero sé que no iba a preguntar más.
Durante toda la tarde, Zayn me intentó animar un poco, con la play, con cualquier cosa. La verdad es que no lo consiguió, pero lo intentó. Al final, como no estábamos haciendo nada y se notaba que yo estaba mal, Zayn se fue a las ocho. En cuanto se fue me quedé solo. Derrumbado. Tenía que ver ya a Cassie, joder. No sabía nada de ella ni de mi hermana desde hacía cuatro horas. Llamé a Hayley y sonó su móvil en la planta de arriba. Se me había olvidado que lo dejó aquí. Entonces probé a llamar a Cassie. Nada, estaba apagado. Me senté en el sofá, no sabía qué hacer. Miré por la ventana y ahí la vi. Salí, cogí la moto y arranqué a buscarla. Sería peligroso, pero solo me importaban ellas, solo me importaba el estado de Cassie. No sé cuánto tardaría en encontrarlas, pero las iba a encontrar.

*Narra Cassie
Estaba llorando y mi sangre fluyendo. Cuando supe que había visto el mensaje, sabía que iba a venir hacia aquí y que tardaría unos quince minutos como mucho. Me lavé la cara y me puse un jersey ancho y grande. De esos enormes que tanto me gustaban. En los pies, lo primero que encontré, unas botas. Después la sangre ya estaba seca y la herida empezaba a cicatrizar. La herida, mucho más pequeña que la que tenía dentro de mi. Mi corazón estaba tan hecho mierda que no tengo claro si sigue ahí. Qué asco me daba. Era monstruo. Llevaba un monstruo dentro de mí. Siempre he pensado que si desapareciese de este mundo, mucha gente me lo agradecería. Pero algo me lo impedía. Algo me impedía desaparecer tan pronto. No sabía el qué, pero era lo suficientemente fuerte para impedírmelo.
Dindon. El timbre me sacó de mis pensamientos y sabía que era Hayley, así que solo, esperé.
-Eeeeh...Hola...¿Está Cassie?- Escuché a una Hayley casi sin aliento. Sí que había corrido sí.
-¿Y tú quién eres?-Preguntó mi padre de forma borde. Sí, era igual que mi padre y eso me mataba.
-La mejor amiga de Cassie, ¿me deja pasar, por favor?-Preguntó Hayley con un pequeño tono de ironía.
Escucho a mi padre refunfuñar y un pequeño 'Pasa'. A los dos segundos, apareció Hayley por mi puerta corriendo a abrazarme, no pude aguantar y lloré, me desahogué, en su hombro, al igual que ella.
-Acabas de hacer más ejercicio que nunca, ¿eh?-Bromeé. Sonrió y me dio un beso en la frente.
-Anda, vamos a la calle para tomar el aire.-No me convencía mucho su idea, pero la hice caso, no tenía nada mejor que hacer. Después de ir andando un rato en silencio por la calle, llegamos a un campo, nos dirigimos hacia un círculo de árboles. Ese era nuestro sitio especial, poca gente lo conocía y siempre íbamos allí. Estando allí, llegó la pregunta que no quería.
-Cassie,-la miré como si no supiese lo que me iba a decir-¿qué ha pasado?- Se lo conté todo y sin darme cuenta ya tenía una lágrima corriendo a través de mi mejilla. Ella, con todo el cuidado del mundo, me la quitó con la yema de su dedo y me abrazó. Entré abrazo y abrazo escuchamos una ambulancia. Las do miramos, ya que pasó prácticamente al lado, no le dimos mucha importancia y Hayley decide cambiar de tema.
-Tía, ¿a que no sabes quién era el amigo de Niall?- Me quedé mirándola. La verdad es que en ese momento no se me ocurría nadie raro ni nada. Negué con la cabeza.-Tu chico.-Rodé los ojos y empezó a reír. Su risa me contagió y sonreí.
-No es mi chico.-La dijo seria.
-Ya ya, lo que tú digas.-Se seguía riendo.-Bueno, ahora ya tiene nombre y es Zayn.-Zayn, bonito nombre, la verdad.
-Pues menos mal que no fui, no lo soporto.-Dije convencida.
-Mientes, te encanta.-Contesta aún más convencida que yo.
-Nunca.-Y empecé a reír. Reí porque me sentía incómoda, ese chico me hacía sentirme incómoda y odiaba esa sensación. Nunca había sentido eso por nadie. Siempre que había estado con alguien, era para un simple y triste lío, nada importante. Entre pensamiento y pensamiento me fijé en Hayley. Que había pasado de una gran sonrisa a unas lágrimas. ¿Qué? ¿Qué estaba pasando?
-¡Hayley, tía! ¡¿Qué pasa?!- Pregunté muy preocupada.
-Me han llamado desde el hospital.-Estaba sollozando. ¿Desde el hospital? ¿Porqué? La animé a continuar.- Niall.
-¿Niall? ¿Qué le ha pasado?- Estaba muy asustada.
-Ha tenido un accidente.

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