domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 8.

Levantó su mano y la acercó a la mía, despacio. Acariciándola cogió mi brazo suavemente. Ese simple contacto erizó hasta el último pelo de todo mi cuerpo. Su dedo índice empezó a recorer mi muñeca y mi antebrazo, con delicadeza, por toda la zona de cicatrices. Levantó la cabeza y sus ojos se clavaron en los míos. Esa mirada lo decía todo. Mis cicatrices eran la respuesta. Cuando me percaté de eso, bajé la cabeza, no era capaz de mirarle. Me sentía una mierda.
-Cassie, no te mereces todo esto. No te mereces nada de lo que te haces a tí misma. Eres mucho mejor que toda la mierda que te creas en ti. - Me dijo mientras seguía erizando mi piel gracias a su contacto suave con los dedos en el antebrazo.
-No me conoces.- Le dije secamente mientras me tragaba el nudo de mi garganta.
-Sin conocerte sé que no te lo mereces. Eres más que una simple imagen y un simple pensamiento. Tú deberías ser feliz, sé que te lo mereces. No deberías hacerte eso a tí misma. Sólo te estás dañando más y más. Te perjudicas. - Era tan dulce al decirme todo esto. Pero a la vez, duro.
-No sabes nada, joder. -Le contesté ya enfadada, al borde de las lágrimas, apartándome bruscamente de su contacto y tumbándome en la cama, dándole la espalda.
-Ya...pero tú tampoco. - Su hilo de voz era casa inaudible, sonaba triste.
Me dejó bastante descolocada. ¿Cómo que yo tampoco sabía? ¿El qué no sabía? No le entiendo. ¿Quién le iba a entender? Es imposible. El ruido chillón que hizo Zayn al sentarse en el sillón me desconcentró de todos los pensamientos. Tras eso, decidí dejar de pensar y ponerme a dormir, ya que si me quedaba despierta, estaba expuesta a llorar y no me apetecía hacerlo delante de Zayn.
[...]
-¡Buenos días!- Escuché esa voz tan familiar. Abrí los ojos como pude y vi una cara borrosa, cuando enfoqué la vista me fijé en la preciosa sonrisa del chico que tenía delante, después en un profundo lago marrón rodeado de ramas totalemente negras, sus ojos. Me era imposible no sonreír ante esta vista. Nunca me habría imaginado despertarme de mejor manera y ojalá siempre fuese así. Me forté los ojos y me incorporé. En cuanto lo hice, se abrió la puerta y pasó una de las enfermeras que estaban a cargo de Niall.
-Buenos días. ¿Algún cambio?-Preguntó seriamente.
-No, todo igual.- Zayn contestó ya que yo estaba aun un poco aturdida porque me acababa de despertar. Pensó unos breves segundos y volvió a salir de la habitación cerrando tras de sí la puerta. Zayn y yo nos miramos y nos encogimos de hombros. Esto me hizo sonreír, al igual que a él, por lo que se veía. Soltamos pequeñas risas.
-¡Buenos días, chicos!-Entró Hayley, de golpe, con una sonrisa perfecta y unas enormes ojeras en la cara. Salí de la cama y ella vino hacia mí con los brazos abiertos. Yo la abracé con toda la fuerza del mundo.
-¿Qué tal está?- Preguntó mirando a Niall. Tenía una sonrisa en la cara, pero sus ojos expresaban demasiada tristeza y soledad.
-Imagino que feliz al estar tú aquí.- La contesté con una media sonrisa en mi cara. Eso hizo que Hay me abrazara más fuerte.
-¿Queréis algo de comer?- Ofreció Zayn.
-No, gracias.- Dijimos a la vez mientras sonreíamos en muestra de agradecimiento. Eso le hace reír a Zayn, ya que lo hicimos todo a la vez. Sonrió de esa forma tan adorable, mordiéndose la lengua, que le hacía especial, distinto, único. Después de eso, salió de la habitación dejándonos a Hay, a Niall y a mí solos.
-¿Ha pasado algo interesante?- Me preguntó intrigada ella.
-No. - Asintió con la cabeza y miró al tranquilo Niall tumbado en la cama.
-Hay, ¿has dormido algo?
-No.
-Deberías dormir.
-No puedo.
-Quédate tú esta noche conmigo.-No sé si se lo decía para librarme de Zayn, para estar más tiempo con ella y asegurarme de que duerma, o por ambas cosas. Me decanté mentalmente por la última opción.
-No te vas a quedar todos los días.
-Por favor, yo quiero.
-Pero así no descansas.
-Por favor.- Yo seguía insistiendo, de verdad que necesitaba quedarme. Terminó accediendo a regañadientes con un movimiento de cabeza y rodando los ojos.
Después de un largo día aburridas, llegó la noche y le dijimos a Zayn que se iba a quedar Hay. Él parecía entristecido y con un poco de mala uva se fue a su casa. Hoy me tocaba a mí sillón, ya que Hayley tenía pinta de estar muy cansada.
-Buenas noches, Hay.- Me acerqué yo a ella y la di un beso en la mejilla. En cuanto me levanté de dárselo, ya se había quedado dormida. Vaya, si que había descansado poco. Giré sobre mi propio punto de apollo, los talones y mi mirada cayó en Niall.
-Buenas noches, pequeño, espero que mañana te levantes como has hecho siempre que te caías.- Le di un beso en la frente mientras me econtraba al borde de las lágrimas.
Me acerqué despacio hacia el sillón. Me acurruqué y me quedé dormida rápidamente a pesar de lo incómoda que me encontraba.

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